Monday, March 31, 2008

Flores para Clyven

Eres más inteligente que este ratón?















Yo no me he atrevido a hacer la prueba.

Wednesday, March 19, 2008

El Hijo del Capitán Trueno

¡No puedo dejar pasar un año sin retomar este blog!

Y para hacerlo, qué mejor que este asunto, ahora que, por cosas que no viene al caso explicitar, puedo tocarlo con tranquilidad.

Mi hijo no tiene papá. Porque convengamos en que un papá a medias no es un papá.

Para ser justos, hay que decir que desde el principio el hombre no se sintió muy convencido de convertirse en padre. No me insinuó que abortara (o tal vez yo fui incapaz de percibir sus insinuaciones), pero tampoco me dejó para nada claras sus intenciones o emociones frente a esto.

El problema es que lleva casi ocho años sin dejar claras sus intenciones o emociones frente a esto. Por mi parte, alcancé los siete años y medio envenenándome por esta actitud tibia, lechosa, blandengue, del sujeto. A los siete años y medio tuve una epifanía y paré.

Qué fuerte la palabra “papá”, y qué frágil el fantasma al que se la aplica mi hijo.

¿Mi dilema? Sé que un tipo así, que aparece de vez en cuando pero que la mayor parte del tiempo no existe, no puede ser una buena figura paterna para Pablo. Pero tengo también super claro que no puedo perseguirlo ni tampoco cerrarle la puerta definitivamente; la historia nos demuestra que a esta especie de ectoplasmas les da por encarnarse cuando los chicos son más grandes, y entonces buscan una relación “de padre e hijo”, invitan a los chicos a acampar, a pescar o al estadio; les pasan plata, beben cerveza con ellos y les prestan el auto para sus carretes.

O sea, tengo que mantener la puerta abierta para que ese fantasma entre y salga, enfriando nuestra casa con su paso, cada vez que se le ocurra.

Pero mi hijo es fuerte. Yo lo he hecho fuerte. No podré llenar el hueco que representa el fantasma, pero le he dado fiel, dedicadamente, todo lo que he podido para que tenga herramientas, para que sea resiliente, para que sea el tipo seguro de sí mismo, sólido, que ya es.

Y ahora soy yo la que lo lleva a acampar, a subir cerros, a explorar; y más adelante bucearemos, escalaremos, tocaremos guitarra, beberemos cerveza juntos, tal vez nos fumaremos un porrito juntos, y hablaremos de muchas cosas, y también del fantasma.

Y tal vez entonces mi hijo tenga una buena relación con ese fantasma, y yo estaré entonces contenta, porque el círculo se habrá cerrado. Gracias a mí, se habrá cerrado.

Lo sé, entre otras cosas, porque a Pablo le gusta Miguel Bosé. Y de todas las canciones de Bosé, le gusta “El Hijo del Capitán Trueno”.

Salió poeta, y no una fiera.
Hijo de su madre.


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