Monday, May 19, 2008

Bochorno!


Una situación vergonzosa y sin salida es cuando estás haciendo compras con tu hijo de 8 años en el supermercado, y pasas por la sección de vinos, y te dices a ti misma: "uhm... sería rico comprar un vinito para este fin de semana", y cuando estás inclinada recogiendo la botella que has elegido, escuchas la vocecita demasiado estridente del niño en cuestión, diciendo bien alto (hay que insistir en ello): "Mamá, por favor, no compres más vino... ¡no quiero que te emborraches!"

(Y tú ahí, botella en mano, inclinada todavía, para que no te vean la cara los paseantes, y pensando cómo puedes explicarles que no, que jamás te has emborrachado; que rara vez compras vino; que no sabes de dónde tu hijo pudo sacar eso; que lo más probable es que, como tú misma le has metido tanto susto acerca de lo malo que es abusar del alcohol...)

Wednesday, May 07, 2008

Bárbaros mapuches...?

"En esto salió [el cacique], que iba al río a bañarse, acabado de levantarse de la cama, y nos llamó para que fuésemos a hacer lo propio en su compañía; y aunque a los principios llegué a sentir el imitarles en aquella acción y costumbre, después me hice tanto al baño de por la mañana, que era el primero que acudía a él sin repugnancia, porque real y verdaderamente conocí y experimenté ser sauldable medicina para la salud y para la conservación de la vida, pues en todo el discurso de mi vida me he hallado tan fuerte ni tan vigoroso como después que continué aquel ejercicio, y el haber vivido después acá con buena salud (a Dios las gracias principalmente) el haber quedado acostumbrado a refrescarme de mañana, ya que no puedo ejecutar el baño (por no tener a mano cuando me levanto un cristalino arroyo a que arrojarme), me hago echar en la cabeza y en el celebro un cántaro de agua serenada de buen porte, después de haberme lavado los brazos y la cara."

(Francisco Ñúñez de Pineda, "El Cautiverio Feliz")