Sunday, April 02, 2006

Dónde almorzar en Nehuentúe

Al norte de Puerto Saavedra, y tras cruzar en balsa el río Imperial, se llega al pueblo de Nehuentúe. Quería llegar, porque unas chicas que recogí en el camino me habían dicho que el mejor lugar para almorzar en toda la zona, era la casa de una señora, en la primera calle de Nehuentúe luego de cruzar el río.
Mi primer intento fracasó: la balsa estaba temporalmente detenida al otro lado del río. Seguramente, era hora de almorzar también para el balsero.
Opté por devolverme en dirección a Carahue y tomar en Tranapuente el desvío a Nehuentúe. Pero cuando me encontré en el camino de ripio, apareció una salida hacia Nehuentúe, sospechosamente, hacia el oriente; según yo, era el lado equivocado para tomar hacia la costa.
Desconfié; seguí andando, me entusiasmé con el camino, y me imaginé llegando a almorzar a Tirúa.
Pero el camino era pesado. Además, era la tercera vez en mi vida que manejaba una camioneta, y no me atrevía a andar a más de sesenta kilómetros por hora: después de todo, soy una mamá en serio, lo que supone andar con cuidado sobre todo en este tipo de aventuras unipersonales.
Así que cuando apareció un caminito que decía "La Lobería", me desvié hacia la costa.
Me imaginaba una caleta de pescadores y, en el mejor de los casos, un restaurante donde comer un pescado frito. En el peor de los casos, un puestito donde comprar unas almejas y un limón.
Pero no había nada de eso. De hecho, después de un espectacular camino de tierra roja y amarilla, serpenteante entre los bosques, me encontré en un caserío donde no andaba un alma.
Avancé con cuidado, acercándome a la playa. Los únicos seres vivos eran unas vacas y unos chanchos paciendo descuidados. El lugar estaba rodeado de cerros, todos de un increíble verde esmeralda, con manchones oscuros correspondientes a arboledas.
Llegué al fin del camino, que terminaba en una caída de unos tres metros sobre la arena. Detuve la camioneta y me bajé a mirar… la playa era increíble: un pedazo de cerro se internaba un poco sobre la arena, donde el viento y el mar habían formado un portal de roca.
A esas alturas, la cámara funcionaba a regañadientes: las pilas estaban descargadas, y el truco de frotarlas o cambiarlas de lugar, estaba dejando de funcionar.
Después de un rato, desanduve camino hasta un pequeño desvío que indicaba “a Coi Coi”. El camino estaba interrumpido por un portón, que tenía un letrero que decía “Siga adelante, sólo cierre el portón”. El portón era pesadísimo; me herí una mano al moverlo.
Cuando, pocos metros más allá llegué a la playa, había bastante más gente: un grupo de pescadores de un club de pesca de Nueva Imperial. Conversé con ellos unas pocas palabras. De su pesca, sólo pude reconocer un tollo tremendo que traía en vilo un tipo que se acercaba desde la playa.
Estuve poco rato ahí; me sentía un bicho extraño: mujer, sola, santiaguina, en una camioneta arrendada, llegada de casualidad por ahí… Así que emprendí el camino de vuelta.
Esta vez tomé la salida a Nehuentúe de la que había desconfiado antes, que primero me llevó hacia Tranapuente y después, por una preciosa costanera paralela al río, me dejó en Nehuentúe. O más bien, en el brazo de río que había que cruzar en balsa para llegar hasta Moncul. Habría intentado ese cruce, pero el letrero que lo anunciaba advertía que sólo debían cruzar vehículos con tracción en las cuatro ruedas.
Por fin, pues, había llegado a Nehuentúe y al restaurante recomendado. Llegué a eso de las cuatro de la tarde: según las chicas que me lo recomendaron, a la hora de almuerzo se llenaba, así que finalmente, fue bueno haber llegado más tarde para no tener que esperar, pero entonces ya no les quedaba róbalo, sino sólo pejerreyes.
Almorcé cuatro pejerreyes fritos con arroz, y ensalada de tomates con cebolla. De postre, cortesía de la casa, me ofrecieron frambuesas con crema. Terminé con un café epresso. El opíparo almuerzo salió por la módica cifra de dos mil quinientos pesos. Habría fotografiado el plato y el lugar, pero la cámara ya había dejado de atender mis ruegos.
En todo caso, el lugar se llama Restaurant Moll’s y es una casa de madera, habilitada para servir comidas, limpia, hogareña, atendida por sus propios dueños.
Absolutamente recomendable.

16 comments:

Elisa de Cremona said...

qué bonita descripción y maravillosa fotos.
Me encanta.
UN beso

pablo minolta said...

Chis, ya te iba a borrar de los Favoritos. Que buen lugar ese. He estado cerca y puf.

jovialiste said...

Realmente interesante de verdad!

Francisca Westphal said...

Ahora ya sabemos donde comer y con todos tus datos seguro que llegamos antes que tu!!! un abrazo Sra. Interesante

un cheque en blanco said...

Ha vuelto al regazo bloggero? Se le ha extrañado(que es una forma chueca de decir: te he echado de menos)

Pancho revival said...

eh yo he estado ahi!, hace como 8 años, es un lugar super lindo, tiene algo especial, me gustó mucho mucho, y también pescao frito ahi donde tu dices, pero me salió luca todo, el ipc seguro...uno de los lugares injustamente desconocido de mi Chile.

Anonymous said...

Hola!!!
jajaja!!!
por esas cosas de la vida escribi Nehuentue en Google, el motor de busqueda me entrego las coicidencias, entre las que estaban las del sernatur y la suya, ingrese a la del sernatur, pero lo que sali de Nehuentue era super poco y fome, asi que sali de la pagina y me meti de cabeza a tu blog.
al principio me dio risa por la media odisea que hiciste para llegar a nehuentue, lo bueno si que conociste lugares que no todos conocen y que salen del comun de lo turistico que tiene la region, pero al final llegaste y que bueno que te halla gustado el lugar y sobre todo el restaurant, me alegre mucho con la descripcion que hizo de el, por que me hizo entender que el objetivo esta siendo logrado.
En resumen, fuiste a comer al restaurant de mis padres, ellos sabran la opinion que tienes del restaurant, y te aseguro que cuando vulevas, la atencion sera aun mejor.
Por todo gracias
PD: si vuelves a ir, di que vas de mi parte ;)...asi te atenderan como si fueras parte de la familia, y lo mas probable es que te den mas de algun regalito por ahi..
bueno eso EXITO!!!

Eleodoro said...

Nehuentúe, que va, por supuesto. hace veinte días que me vine de allí, pasé algunos días en la casa de mis padres, pasaste por fuera de su casa cuando entraste a Nehue y te dirifiste a Moncul, quizás ellos te vieron, o quizás toaban mate a esa hora. Esuviste en Lobería primero, significa que cruzaste el río Puyangue, que estuviste en el sector del mismo nombre, concuerdo contigo, ni un alma en Coi Coi, pero si sabemos lo que es hermoso, entonces lo aprendimos de aquellos parajes. Pero entonces no viste los lobos en su lobería.
"Nehuentúe mi pueblo destinado/ a sufrir la inundación" escribió un músico que pocos conocen cuando estuvo viviendo un par de años; o "En nehuentúe se ha hecho una ruca/ de pura madera blanca/ para cantarle a mi pueblo" esa pertenece a Carlos Pacheco, pescador de allí. El restaurant del que escribes está cerca del retén de carabitates, y comiste mirando de frente (si es que por un rato le perdiste la vista al plato), al río Imperial
Acerca de tu escritura, bueno, me parece coherente, sincera, limpia, entrete ¿no le faltaría un poquito más de alma?
Yo soy de Nehuentúe, allí, cuando ya eres un jovencito, hay que saber remar y haber cruzado el río Imperial a nado.

Eleodoro

Marc Pesaresi said...

Estuve en Nehuentue en Diciembre de 2007. Recuerdo que llegamos como a las tres de la tarde, y el único restaurante que nos atendió fue donde cocina Doña Margarita al lado del árbol isla. Después de comer un robalo (en Argentina es Róbalo) con acento en la o) con papas fritas y especies, tome algunas fotos del lugar y me acerqué al famoso árbol isla que crece en un terrón de tierra que es rodeado por el agua de mar cuando sube la marea. Al lado hay una pequeña casilla de chapa y madera donde los marisqueros atienden la producción de choros que en mi país se llaman mejillones. Al salir de allí, viajamos hasta la balsa, donde cruzamos el Imperial hasta puerto Saavedra al que llegamos por un camino de tierra en muy buen estado de conservación. Gracias por leer, Atte: Marcelo Pesaresi

Mexxe said...

Esto es injusto.
Quiero contestarles a Marcelo en su blog (no tiene) a Eleodoro, en algún lado (tampoco tiene blog) y a Gerardo (tiene fotolog pero sólo los usuarios registrados pueden inscribirse)..
Pucha chicos, dejen un dato!
Tirenme un correo electrónico!

Marc Pesaresi said...

Hola Mexxe

La direccion de mi blog:

http://bahiadesanantonioeste.spaces.live.com/default.aspx?_c02_vws=1

y mi direccion donde podes enviar mails o bien añadirme para chatear es

rhex_abel2@hotmail.com

Gracias por leer

Marcelo Pesaresi
San Antonio Oeste
Rio Negro
ARGENTINA

Marc Pesaresi said...

Me llamó tanto, ese árbol isla, que sobrevive sin ningun cuidado en el agua salada, ahi donde los mariscadores de Nehuentue arriban en sus botes, que improvise un poema. Si es bueno o no, no importa, lo interesante es que ese arbolito para mi es todo un simbolo de la raza ancestral de esa región de Chile.

Obviamente, no soy Mapuche, pero me interesa la cultura y su aferrada preserverancia a lo largo de los siglos cuando otros pueblos sucumbieron primero aculturándose y luego, cediendo terrenos e idiosincracia.

Una maravilla el árbol isla, pequeño, pero significativo en cuanto a simbología. Va el poema..



ÁRBOL ISLA DE NEHUENTÚE


Querido y lejano poblado Nehuentúe,

Cerca de la cocina de doña Margarita,

Tienes una joya que atrapa la vista.

A sus pies se mecen coloridos botes pescadores,

Y descansan los sufridos mariscadores.


Cuando la marea ondulando desciende,

Y las frías aguas no besan sus raíces,

Permite que se acerquen los niños que juegan,

Y al curioso visitante le entrega su amistad.


Yo te rindo asombrado homenaje,

En preserverancia tú eres un Rey.

Rewe natural en una costa sometida,

Encorvado en tu terrón desafiante te elevas,

¡Vaticino! ningún imperial te avasallará,

La esencia ancestral de tu estirpe original.


Orgulloso símbolo del pueblo Mapuche,

¡Eres un sobreviviente frente a la adversidad!

Hermano árbol isla, tu fortaleza es el cimiento,

De la raza indígena que nunca se rendirá.

Anonymous said...

Hola me alegro mucho que tu paso por Nehuentúe fuera placentero yo vivo hace muchos años acá y me alegra leer esos comentarios ya que recién nos estamos abriendo al turismo, tu comentario le hace muy bien a mi pueblo, al igual que el de Marcelo y su poema del árbol que aun esta en pie y que entre nos Marcelo aun no se lo entrego a la Sra. Margarita jaja pero de esta semana no pasa que lo entrego, contar que a el lo conocí cuando encontré su poema y me dedique a buscarlo, igual a ti Marcelo muchas gracias por tus comentarios y contarles que actualmente estoy trabajando en un blog sobre todos los locales de comida en Nehuentúe ( tierra de esfuerzo)

En esas páginas se puede encontrar información de Nehuentúe, al igual que ene teléfono 1971307 delegación municipal o en mi correo omegna01@hotmail.com

www.contenidoslocales.cl
www.biblioredes.cl
www.biblioredes.cl/carahue.nehuentue.cl
http://www.biblioredes.cl/ruko.cl
http://www.biblioredes.cl/depfemnehuentue.cl
http://www.biblioredes.cl/etnicopichinhual.cl
http://www.biblioredes.cl/pescanehuentue.cl

Mauricio Cifuentes said...

Soy uno mas de los curiosos que paso por Nehuentúe, me quede con las ganas de llegar a las playas Lobería, El obispo y Coi coi, pero no sabía cuantos kilómetros faltaban y el estado de la ruta. Para otra vez será.

Buen relato, es el detalle que uno necesita.

Marc Pesaresi said...

MEXXE ¿no has vuelto a Nehuentúe? Confieso que a casi 10 años de mi visita, me entró nostalgia por regrasar. Saludos

Unknown said...

Hola.....ya algo asi como 12 años despues de este blog escribo desde aca de Carahue....comuna a la que pertenecen todos esos paisajes que aqui tan bien se describen...desde eso ya mucho ha cambiado....ya casi no quedan caminos de tierra, solo el que conecta a puerto con la balsa que cruza a Nehue y los que salen desde la carretera de la costa a esas playas en que nadie hay....y si bien Nehuentue conserva ese aire a caleta se ha hecho mucho mas conocido por sus cualidades gastronomicas y los fines de semana se repleta de quienes quieren degustar el exclusivo y unico choro malton de Nehuentue....ya son mas los que visitan cada fin de semana Loberia, Coi-Coi y Hueñalihuen...aunque aun es dificil entrar a Casa Piedra....Aunque aun se puede observar el cerro que se adentra en el mar en Loberia y Sigue estando el porton en Coi-coi....A pesar de todo son muchos quienes ni siquiera saben que en su propia region existen maravillas como estas, alejadas del bullicio y lujo que envuelve a la zona lacustre, pero que sin embargo son tan impresionantes y no tienen nada que envidiar a otros paisajes que se puedan ver en este mundo....invito a todos ellos y a uds que hace 10 años o mas se maravillaron con la belleza y armonia de mi comuna querida para que vuelvan y disfruten de lo que les falto por conocer...la ciudad de tres pisos y sus alrededores siempre ofrecen mas sorpresas, lugares, personas y comidas que no encontraras en otro lugar....solo date el tiempo y equivoca un poco tu ruta, te aseguro no te arrepentiras.