Sunday, April 16, 2006

Dos chicos jugando a las escondidas

Me pasó lo que a mucha gente que vio la película: no poder sacársela de la cabeza fácilmente.
Salí con la impresión de que no era, después de todo –y según yo esperaba- una película tan romántica. Bueno, claro que lo es, pero más allá de eso, me pareció que era una película acerca del paso de los años. De cómo envejecer es, en cierto sentido, ver cerrarse las distintas puertas y ventanas por las que uno se puede escapar de la propia vida, de sus constreñimientos.
Pero todas estas ideas están en la Internet. Sin embargo, intuyo en la película algo más; algo que sentí emanar de una escena en la que Ennis y Jack, gritando, desafiándose mutuamente, corren en pelotas hasta el borde de un precipicio para saltar al agua del lago, algunos metros más abajo.
No era una escena romántica: se trataba sólo de un par de chicos haciendo travesuras. Un par de chicos en libertad total.
Es notable cómo, en las escenas sobre los encuentros de Jack y Ennis en la montaña Brokeback, el director elige mostrarnos, además de la pasión de los cuerpos, la camaradería masculina.
Es como el paraíso perdido de los machos que se casan. O, más bien, de los machos que se hacen adultos. El macho adulto tiene que aprender a administrar su salvajismo adolescente, su exceso de energía física, sus erecciones. Convertirse de “man” en “gentle – man”. Domesticar la testosterona.
Los hombres así adultos tienen pocos amigos íntimos. Digo pocos, porque no me atrevo a escribir que lisa y llanamente, no tienen amigos íntimos. Quiero decir, un amigo con el que te vayas, como hacen Ennis y Jack, a pasar el tiempo a una montaña. Hacer todo lo que ellos hacen... excepto tirar, claro. Y en una de ésas, también tirar.
Yo creo que esto es parte del costo de esa adultez-domesticación, y también, por supuesto, del horror al homoerotismo.
Pero me imagino que por ahí, en alguna parte del corazón, el macho animal doméstico añora un espacio para el libre ejercicio de una amistad preadolescente: un lugar físico y psíquico para desentumecerse, estirar los músculos, admirarse y encontrarse bellos en su masculinidad; libres incluso del deseo de la mujer, para que ni siquiera su hombría se defina en función de ellas.
Como cuando eran niños; cuando eran nada más que chicos jugando a las escondidas.

(Por cierto, la toma frontal de los chicos saltando al agua fue editada y en definitiva, sacada de la película.)

18 comments:

Renata said...

¿te parece este martes? Tenemos tiempo para avisarle a la Claudita...

un cheque en blanco said...

Muy interesante tu punto de vista. Bueno, algunos jugamos como niños: babyfútbol, rátquetbol, dominó, navegamos, en la soledad de 10 ó 2 hombres tras una pelota, al final hueviando en la ducha en pelotas...sí, lo hacemos. O nos bañamos en saunas colectivos, o nos vamos a pescar al sur, o a escalar montañas. Lo que no hacemos es enamorarnos unos de los otros porque no está en nuestras definiciones.

Francisca Westphal said...

Cuando ví la película, tuve la sensación no solo de que la masculinidad como tu la describes tuvo un espcio, sino también la honestidad y la transparencia de los chicos para aceptar lo que les pasaba por dentro, sin ser gay´s y teniendo cada uno sus parejas, optaron igual po responder al instinto... un abrazo

leonardo said...

Yo a veces me hago esa reflexión, no a propósito del amor homosexual, sino del hétero, aunque claramente también es posible hacerla en ese contexto: ¿es el amor la sublimación de la amistad, algo así como un grado mayor, o es otra cuestión? La respuesta obvia supongo es que es diferente, sin embargo a mí nunca me ha quedado tan claro. Las amigas más amigas, también me gustan en ese "otro" sentido. Porque son entretenidas, inteligentes, simpáticas, y obviamente son mujeres, entonces...
Traducido al entorno homosexual, también es válido, tu mejor amigo es para ti atractivo en todos esos ámbitos, entonces el paroxismo de la amistad también puede ser sexual, diría yo.

Rochi said...

es la mejor critica que lei de la pelicula!

pablo minolta said...

Si, es una súper buena lectura.

Mexxe said...

No le pongan color...!!!!

Renata said...

No he visto la película, pero el post basta por sí sólo para abordar el tema de la evolución de la capacidad de mostrar afectos con el paso de los años. Me imagino que en eso las mujeres somos un poco más afortunadas, si cuando niñas andábamos de la mano con nuestra "mejor amiga", todavía podemos darnos el lujo de tomarnos de brazo en la calle o, incluso de la mano y hasta es posible compartir una cama sin que cause escándalo o las haga dudar de su sexualidad. Sin embargo, Gattopardo me dejó marcando ocupado con su comentario. "Tu mejor amigo es para ti atractivo en todos esos ámbitos, entonces el paroxismo de la amistad también puede ser sexual"... Reconociendo que soy heterosexual, sé que amo sinceramente a una de mis amigas, pero presiento que resabios de la educación recibida y las convenciones sociales y culturales no me permitirán averiguar si eso podría convertirse en una consumación sexual.

rdp said...

Pucha quiero ver la película... con este comentario me dieron hasrtas ganas =)

El viernes hay encuentro de exalumnos... ¿vas a ir? Como que llaman a todas las generaciones y según mi experiencia del año pasado, van de todas las edades xD

Saludos!

Matias said...

Querida Señora,

Pucha, tengo botadas las plantas en el invernadero, pero probablemente pueda saber más de mi en alseco. En todo caso, ando medio bipolar, así que no he posteado mucho.

Gracias por al visita igual

Mexxe said...

Yo a la Renata le quiero contestar "yo también te amo muy sinceramente", pero ¿¿¿y si resulta que no se refiere a mí, la muy yegua????

ceroaporte said...

Hola!
Gracias por la visita... tengo tantos blogs que leer!!
Estare visitandote..
Pasolento no seguira escribiendo por el momento... es mejor para ella...
Saludos
Cero

Renata said...

por supuesto que esta yegua se refiera a ti, mi querida Mexxe

Pancho revival said...

Buen punto, yo creo q a pesar de no ser guey me sentí identificado con esas jugarretas típicas entre amigos, lo q se puede interpretar como resabios de niñez, pero de esa niñez temprana en q las diferencias entre los sexos son super tenues...pero es realmente una historia de amor imposible con aquel único "detalle", y si, también me ha quedao dando vuelta la película por harto rato, como siempre pasa con el buen cine, el personaje de ennis es demasiao complejo, no sé si verlo como el "cobarde" de la historia o como el real enamorado.

Héctor Jorquera said...

Notable. Justamente esto persiguen los directores al provocarnos, que conversemos de "los temas". Lo lúdico en el bául más que la sexualidad en el closet, la niñez y sus resabios siempre bienvenidos, y también porque no, el amor genuino entre unos y otros y no otras, o también otras. Los preocupados (u ocupados?) por los "temas valóricos" no logren comprender en su perversión, que esto sea, que de esto se hable y menos aún, que los hechos y los films, tengan otras interpretaciones más allá e la ley natural, que todo lo suele ordenar siempre en su favor. Notable por la visión, por la forma, por como se respira al leerte ese aire libre y respetuoso del que tantas veces carecemos.

Anonymous said...

Dificil para el Ennis. Tenía sus razones, que se fueron a las pailas al final por no vivir al 100. Cobarde? Nooo, pobre. Vivió lo que quería vivir. No era jote, no buscó consuelo, aunque se lo dieron igual.
Complejo. No Puedo evitar identificarme en cierto modo con él en Algún minuto de mi vida. Tampoco sé para dónde va.

Anonymous said...

Estimado Matt,
Primero: creo que Mexxe no pretendió en su post hacer otra cosa que darnos sus impresiones de la película; decir que le faltó analizar "el contexto histórico de la película..." vamos, que es excesivo.
Segundo: tu aclaración respecto de haberse cortado la escena en que Ennis y Jack aparecen en cueros, es innecesaria. Estoy cierta de que Mexxe ya lo sabía.
Lo malo que tienen las aclaraciones innecesarias es que insultan la inteligencia de los lectores.
No creas que te digo todo esto de mala leche, pues me tomé la molestia de visitar tu blog y me di cuenta de que eres un chico que hace sus primeras armas en el periodismo. Escribes bien, pero creo que te tomas demasiado en serio; no te sueltas jamás. ¡Vamos hombre, que los blogs no han de ser tratados de arte o lecciones de cultura para sus lectores!

Anonymous said...

Mexxe, a veces me doy una anonima vueltecita por aca. Muy buena y entretenida tu pluma. Hoy leo que como yo, esta pelicula te quedo dando vueltas... Por mi parte siempre he pensado que a medida que nos hacemos adultos quizas tendemos a sobrevalorar nuestras relaciones con el sexo opuesto, en relacion a las relaciones de amistad y companerismo que sostenemos con personas de nuestro mismo sexo y que marcan para bien o para mal enormes espacios de nuestra vida. Tu analisis de este punto, hecho a la luz de la pelicula, me gusto mucho.

Yo tambien escribi hace unos meses una modesta critica del mismo filme; si quieres verla, la encuentras en mi blog (titulo 'la secreta leccion de la montana'). Muchos saludos!