Tuesday, May 16, 2006

Amar en la oscuridad

Encontrar el verdadero amor siempre es un problema. Peor si estás en una edad en que el mercado empieza a hacerse muy reducido: probablemente, los tipos aceptables con que una se topa ya estén comprometidos y si, por el contrario, están disponibles, seguro que es porque están muy ré cagados.
Hay un chiste al respecto, que compara a los hombres con los baños públicos: están todos ocupados, y los que no, están demasiado llenos de mierda. Pero, menos escatológicamente, puede decirse que una se siente sola y rodeada de oscuridad, como a cientos de metros de profundidad en el oscuro océano.

Bueno, hay especies distintas del homo sapiens que, en esas exactas condiciones, han resuelto, a su manera, el problema.

En cierta especie de peces abisales, el macho nace sin sistema digestivo y con un olfato poderoso. Tiene que localizar a una hembra, y rápido, para poder sobrevivir, ya que no es capaz de alimentarse en forma independiente. Cuando encuentra a la hembra, la muerde en el costado y, mediante una cierta enzima, funde el tejido de su boca con el del costado de la hembra. Poco a poco, se funden hasta compartir la irrigación sanguínea, y el macho se termina por convertir en poco más que una bolsa de testículos, que liberan el esperma en el momento apropiado. Es lo que se llama “parasitismo sexual”.

Transcribo una cita extraída de “Scientific American”, atribuida al naturalista William Beebe: "To be driven by impelling odor headlong upon a mate so gigantic, in such immense and forbidding darkness, and willfully to eat a hole in her soft side, to feel the gradually increasing transfusion of her blood through one's veins, to lose everything that marked one as other than a worm, to become a brainless, senseless thing that was a fish--this is sheer fiction, beyond all belief unless we have seen the proof of it."
Podrían extraerse miles de metáforas y moralejas de estas raras conductas de los peces. Yo sólo diré: ¡Háblenme de amores tortuosos!

Nota 1: Créditos de la imagen: Museum of Comparative Zoology, Harvard University. Por favor, fíjense en esa especie de aletita ventral que tiene el pez: no es una aletita ventral, es el macho.
Nota 2: A tod@s quienes, como yo, éramos un poquito nerds y soñábamos de chicos con ser naturalistas, recomiendo la página "Tree of life web project". Simplemente maravillosa.

8 comments:

el doc said...

No deja de ser interesante el pececillo. Hay que conseguirse el dato de las enzimas ésas entonces.

slds

bufonazo said...

Ups!... excelente metáfora la de los baños públicos. Pero te has dado cuenta que las mujeres pasado los 25 años vienen también con un "pasado cargado". Es decir, con un pololeo que duró años y treminarosn porque "no se dieron las cosas" o -aunque parezca frívolo- vienen con un hijo, lo que complica aún más las cosas para los hombres (que somos muy tarados... y nos cuesta aceptar ciertas cosas, y las llenamos de preguntas imbéciles y competimos siempre con su ex....).

Entonces a cierta edad, tampoco pides una mujer normal (porque no existen), sino que pides la que menos cagada de la cabeza esté. Aunque a decir verdad, no sé que es la normalidad y creo que todos tenemos, más aún en Santiago de Chile, problemas mentales.

Claro excepto yo que soy light. El hombre de Lata postmoderno

un cheque en blanco said...

Y ahora vienes con el dato: correré a morderle el flanco!

Mexxe said...

Aer, aer...
Entiéndanme un poquito: aquello de lo difícil de encontrar mino fue un recurso literario (evidentemente, malo) para introducir el tema del pescado feo ése, que era lo que me interesaba abordar. Ni me siento tan vieja, ni ando desesperadamente a la caza, ni creo que la situación de los minos sea más fácil que la de las minas (mentira; eso último es una cochina mentira).
¡¡¡Pero el tema es el pez, el pez!!!!
No sé, ¿no es maravillosa-terrible esa relación de pareja?

Renata said...

Perdón, ¿de verdad querrías que YO te hablara de amores tortuosos? Sólo pregúntame con quién estuve esta tarde...

Polilla said...

Me arrepiento de haber estado tanto tiempo alejada de este blog... muy bueno, como siempre.
Y ya estaba lista para hacer comentarios sobre lo difícil que es encontrar pareja, sobre todo con un hijo, y me entero que la cosa va del pez, así es que me guardo mis comentarios. Bien curioso el bicho ese.
xxx

Anonymous said...

"...que compara a los hombres con los baños públicos: están todos ocupados, y los que no, están demasiado llenos de mierda."

si es asi, esto debería darse para baños de H y de M por igual...y por útlimo no hay nada q un guen sopapo no lo puedo lograr.

un cheque en blanco said...

Sí, en rigor: nos trata mal la Mexxe.